La noticia nos llega a través de este artículo de ChannelWeb, en inglés, de donde la primera y más valiosa impresión que se “saca” es que el software libre supera ampliamente al privativo. De esta forma, se han puesto a prueba las versiones 8.10 de Ubuntu y el famoso Windows Vista, sometiendo a ambos a un minucioso análisis de eficiencia, usabilidad, amigabilidad del entorno, capacidad y rendimiento del sistema, accesibilidad, etc. Todo ello se ha llevado a cabo mediante la instalación de los sistemas operativos en un mismo equipo por separado, y que estaba compuesto por un procesador Core 2 Duo E7200 (2,53 GHz), una placa ECS G31T-M con gráfica integrada y 2 GB de RAM.

Tras esta configuración de hardware, suficiente para que ambas versiones corrieran sin problemas a fin de ser probados en su máxima eficiencia, se sometió a cada versión de software a una serie de pruebas para medir su eficiencia. Ejemplo de ello es la prueba del programa de Primate Labs’ Geekbench (aplicación multiplataforma que analiza y realiza pruebas de rendimiento como test de coma flotante a la CPU y el rendimiento de I/O), donde Windows Vista obtuvo un resultado final de 2.838, “algo” menos que su equivalente, con una puntuación de 3.367.

La rapidez de ejecución de aplicaciones también estuvo presente en las pruebas, dando como resultado que el software libre (Ubuntu) necesitaba 6 segundos menos que Vista para ejecutar por completo el sistema desde cero. Así, podemos decir, objetivamente, que la rapidez y el consumo de recursos de Ubuntu se encuentra mucho más optimizada que en el caso de Vista, algo que seguro que no gustará demasiado para los defensores de Windows.

Otro punto curioso fue el de la conectividad a través de redes WiFi, algo que se le resistía a Ubuntu en el pasado y que, ahora, parece que ha sido solventado con creces, haciendo frente directamente al manejo de Vista de esta tecnología.

Como era de esperar, este informe tan sólo ha sido una confirmación de lo que la comunidad de usuarios y desarrolladores opina desde que la versión 8.10 de Ubuntu vio la luz: la usabilidad de este sistema operativo resulta mucho más efectiva que en el caso de Vista, donde una mayor lentitud de operación y un uso más restringido de las posibilidades potenciales del software hacen que la elección se presente más que clara a la hora de optar por uno u otro software.